Ley de
la Causa – Efecto
Por: Kenny Vázquez L.
Una de
las leyes universales básicas es la de Causa y Efecto. ¿Vivimos como Causa o
vivimos como Efecto? ¿Soy la causa que genera cosas positivas en mi vida o vivo
como efecto inmerso en las consecuencias de mis malas decisiones, actitudes,
pensamientos y emociones?
Si la ley de la física dónde a toda acción corresponde una
reacción, la aprendimos en algún momento de nuestra vida, por qué vivimos
pensando que eso sólo es aplicable en la materia que nos enseñan en la escuela
y no creemos que en lo cotidiano, esto también es así.
No podemos esperar un resultado distinto a violencia cuando
agredimos a alguien en la calle. Efectivamente no podemos controlar la reacción
de los demás pero si la propia.
¿Cuántas veces pasamos una y otra vez por las mismas
situaciones, cuantas veces repetimos las mismas historias y los mismos patrones
de conducta? ¿En verdad entendemos esta regla universal? La mayoría de nosotros
sólo vamos atacando los efectos, es decir… Cambiamos de pareja, cambiamos de
trabajo, cambiamos de entorno, de casa, de país y siempre volvemos a caer en
los mismas situaciones, escenas similares, actores distintos pero al final… es
lo mismo una y otra vez, no importa cuántas veces lo intentemos.
Desconocemos totalmente como funciona esta ley, a veces ni
siquiera sabemos que existe, no nos percatamos de ella a pesar de que está en
nuestras vidas 24/7, los 12 meses y 365 días del año.
Lo que enseña la Kabbalah es que cada acción que hacemos es una
semilla, así que cada acción hoy, tendrá un proceso y un fruto más adelante,
una manifestación. El problema entonces es además de no ser conscientes de su
existencia y es que tampoco conectamos causa con efecto y así vamos por la vida
inventando palabras, situaciones, excusas de lo que sucede en nuestra vida por
que no entendemos qué pasa. De lo bueno y “malo” que sucede en nuestra vida
somos la causa.
Cuando se trata de lo bueno, o sea de tener éxito en todos los
aspectos de nuestra vida, llámese dinero, un buen trabajo, profesión, familia
tenemos muy claro quien fue la causa… Yo, yo lo hice. Cuando nos va mal, los
negocios caídos, las relaciones frustradas, los caminos truncados, cuando hay
caos en una o todas las áreas de nuestra vida tendemos por naturaleza a culpar
a alguien más, ¿cierto? El vecino, la pareja, el socio tienen la culpa menos yo
y caemos en el papel de víctimas, ahí vemos y vivimos en el efecto, no somos la
causa aparentemente.
El problema cuando vivimos como efecto es que a veces vamos
arrastrándolos por años… con el dolor y el mismo resentimiento como si hubiera
sido ayer, siempre culpando a los demás por cosas que sucedieron y nos hicieron
hace 20 años, lamentándonos por no haber podido prosperar debido a ese
incidente… Víctimas.
Cuando es el gobierno, el presidente, mi jefe, el otro que me
tiene oprimido y no me deja avanzar voy viviendo la vida como efecto y de esta
forma no podemos hacer nada para cambiar nuestra película, vivir la vida como
efecto es no hacerte responsable por lo que a ti te toca, lo que corresponde a
tus acciones, decisiones, sistema de creencias, palabras, y más.
Me engañaron, me lastimaron, me hicieron, me condenaron… es más
fácil vivir de este modo que hacernos cargo de lo que nos toca, porque de otra
forma es incómodo hacerte responsable, asumir las consecuencias y tomar tu vida
en tus manos para poder cambiarla. Hay una diferencia incluso en: “me
despidieron del trabajo” a “perdí mi trabajo”, es distinta la consciencia.
Nunca nada de lo que estemos viviendo es por razón de otra
persona, cada cosa que vivimos, buenas y malas somos la causa, es un concepto
básico no comprendido en la humanidad. Queremos atacar los efectos del
terrorismo por ejemplo, no dejando que la gente suba a los aviones con botellas
de agua. Se atacan los efectos cuando se atrapa a un delincuente del crimen
organizado sin pensar que atrás de él hay una fila esperando su puesto… Los
problemas no se atacan de raíz, desde el origen, desde la semilla.
Hay semillas que plantamos todos los días con nuestros
pensamientos y acciones, semillas que en 1 día, 5 meses, 10 o 20 años van a
tener su efecto. Hay que estar muy despiertos y conscientes cada día en lo que
vamos a sembrar hoy, de esta forma es cómo podemos cambiar nuestra película…
Todo se puede cambiar, porque tú eres el director de ella. No puedes cambiar a
otra persona, no debes… Sin embargo queremos que cambie nuestra pareja,
nuestras amistades, nuestro jefe, queremos que cambie nuestro país y el mundo
pero la única forma de cambiar todo esto es cambiando nuestra realidad
comenzando por nosotros mismos. Cuando tú te cambias a ti mismo estás plantando
una semilla diferente y creando una realidad distinta, tu cambio genera un
cambio en el efecto creando una realidad diferente. El efecto es el 1%, es la
manifestación de un mundo que está detrás del mundo del 99% y nunca vamos a
pasar por una situación que nos corresponda vivir por más injusta que parezca.
Este es sólo el principio del entendimiento de ésta ley
universal llamada causa y efecto de la cuál ya les contaré más… Por el momento,
es hora de hacernos responsables y conscientes de cada una de las semillas que
sembramos día con día.
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